domingo, enero 02, 2005

El valor de lo permanente

A pesar del paso del tiempo y de la rapidez con que todo se mueve, ciertas cosas permanecen prácticamente inalterables. Una de ellas es el concierto de Año Nuevo en Viena. Año tras año, hela ahí, a la Filarmónica, deleitándonos a todos y utilizando la música como vínculo de unión, este año con un ligero cambio, en señal de duelo y solidaridad con las vícitimas de este planeta vivo: ese símbolo de alegría que es la Marcha Radetzky no se ha escuchado hoy en el Teatro de la Opera de la capital austriaca.

A pesar del tiempo y de su fugacidad, y del peso de la velocidad, lo bueno siempre permanece.

Hay motivos para la esperanza.

¡Feliz Año Nuevo!

5 comentarios:

  1. Casualmente hace unos minutos leía algo parecido en otro blog. He terminado mi comentario allí con la frase 'Todavía hay esperanza...' Y es que el espíritu humano, aunque en el día a día nos empeñamos en ocultarlo y enterrarlo en capas de desidia, todavía nos sorprende saliendo a la superficie en los momentos de máxima necesidad.

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  2. Efectivamente, el alma humana es algo grande, por más que algunos se empeñen en todo lo contrario.

    Hay cosas que no se pueden ocultar.

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  3. La Marcha Radetzky no ha sonado este año en honor/ por deferencia/ por respeto a....sin embargo el primero de enero de 2.004 sonó con la habitual algarabía que me recuerda - y disculpen la comparación - el sexto de la tarde en el coso zaragozano, y ello a pesar "de los pesares".

    Hay muertos y muertos...hubiera preferido que sonara como viene haciendo desde ¿siempre?, y así compartiría la opinión del anfitrión de esta bitácora y no me haría las preguntas que me estoy haciendo ahora.

    fdo. Pedro J. Canut

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  4. Personalmente, creo que se trata de una cuestión de apreciación: puedes ver la botella medio llena o medio vacía. Yo prefiero ver - y es lo que quería manifestar - que con todos sus fallos el alma humana es, a pesar de todo, sensible al sufrimiento.

    Siguiendo el razonamiento del comentario anterior, con el que no puedo estar de acuerdo, nunca, desde hace 50 años, debería sonar la marcha Radetzky, y desde entonces, debiéramos vivir en un permanente estado de pésame por el ser humano.

    Yo me niego. Tengo más confianza en el alma humana que todo eso.

    Quizás lo ideal - y en eso puedo estar de acuerdo - hubiera sido que sí la hubieran interpretado. Nos ahorraríamos malgastar enengía en discutir sobre los árboles, cuando lo que importa es el bosque.

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  5. Po zí!

    M@x el tuerto

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