martes, enero 25, 2005

Estoy vivo

A pesar del tiempo transcurrido, aquí sigo. Cuestiones extremadamente ajenas a mi voluntad me han impedido mantenerme al pie del cañón, pero vuelvo. Los cambios que pretendía incorporar a mi blog no están todavía (lo siento, Fernando, aunque muchas gracias por tus explicaciones, espero ponerlas en práctica más pronto que tarde), pero las ganas, más todavía que antes, siguen estando ahí.

Espero no haber perdido demasiado el ritmo, y alcanzar rápidamente y de nuevo la velocidad adecuada. Sobre todo, espero que no me hayáis olvidado.

Gracias a todos por vuestra paciencia.

miércoles, enero 12, 2005

En medio de la bruma

Esta bitácora va a sufrir una metamorfosis, mayor o menor. De aquí a este fin de semana, algo habrá cambiado en este blog y algún otro, gracias a los consejos, entre otros, de Fernando. Se tercian ciertas modificaciones, y en ello estoy.

A los que me leéis habitualmente o de vez en cuando, gacias por vuestra paciencia. La semana está resultando dura, y espero pase pronto.

Tengámoslo claro, la niebla acabará por desaparecer.

viernes, enero 07, 2005

Una tarde agradable

Por fin he podido asistir a una de esas reuniones de bloggeros zaragozanos (Café & Blogs), organizada ésta por Fernando. Verdaderamente interesante poder conocer e intercambiar opiniones con gente que anda metida en este asunto de las bitácoras. Allí hemos estado unos cuantos (Roberto nos nombra a todos ya en su blog, qué rapidez); nos faltaban Agustín y algunos otros, pero ya estarán en la próxima.

Por cierto, la Almozara apuesta por el Wi-Fi, así da gusto. Además, resulta estupendo ver cómo hay Asociaciones de Barrio que muestran interés por el asunto de las nuevas tecnologías. Ocho ordenadores que la gente pueda usar y gracias a los cuales pueden aprender su manejo, aunque sea en lo básico, demuestran una gran capacidad de iniciativa. Enhorabuena a todos ellos, especialmente a su Presidente, por ese interés, porque además he podido comprobar que es también gente de cierta edad la que se acerca a los ordenadores, y resulta muy gratificante para todos aquellos que vemos en las nuevas (y no tan nuevas) herramientas algo realmente beneficioso para el conjunto de la sociedad.

He de decir por último que aunque yo no tomo café el Ayuntamiento debería estirarse un poco y subvencionar la compra de una cafetera para la sede social. Y eso que allí había café, muy buen turrón y un estupendo pacharán.

Sobre todo y ante todo, gracias a quien ha promovido esta reunión por haberme invitado. Me anima tremendamente a continuar con estas mis reflexiones en un mundo cambiante.

miércoles, enero 05, 2005

Al final de la jornada

Dos velocidades altas. Dos ritmos elevados. Ninguno tiene por qué ser mejor que el otro.

Dos perspectivas. Dos puntos de vista. Válidos ambos.

Saber por dónde pisas y cómo te mueves, dónde te encuentras y hacia dónde vas, conocer las intenciones de quien tienes enfrente. Abrir la mente y el corazón.

Las relaciones humanas se hacen difíciles en este mundo cambiante, porque en el contacto con el otro ya estamos yendo más allá, sin detenernos en el ahora, siendo que muchas cosas dependen del instante presente, y no del futuro inmediato.

Reflexiones de madrugada, probablemente inconexas.

El guerrero se retira buscando el reposo.


lunes, enero 03, 2005

e-solidaridad

Parece que la solidaridad funciona. Vía web se están recaudando millones de euros para los damnificados por el tsunami. Lo he leído por ejemplo aquí.

Ahora tan sólo falta que asumamos que en situaciones normales el día a día en muchos de esos países es también una verdadera catástrofe, y que obremos en consecuencia.

Más tarde o más temprano, así será. Estoy seguro.

domingo, enero 02, 2005

El valor de lo permanente

A pesar del paso del tiempo y de la rapidez con que todo se mueve, ciertas cosas permanecen prácticamente inalterables. Una de ellas es el concierto de Año Nuevo en Viena. Año tras año, hela ahí, a la Filarmónica, deleitándonos a todos y utilizando la música como vínculo de unión, este año con un ligero cambio, en señal de duelo y solidaridad con las vícitimas de este planeta vivo: ese símbolo de alegría que es la Marcha Radetzky no se ha escuchado hoy en el Teatro de la Opera de la capital austriaca.

A pesar del tiempo y de su fugacidad, y del peso de la velocidad, lo bueno siempre permanece.

Hay motivos para la esperanza.

¡Feliz Año Nuevo!