lunes, marzo 24, 2008

Ganar tiempo

Está cansado. Ya no puede más. Necesita parar, y lo peor de todo es que no puede.

No hay horas suficientes, el tiempo vuela y la victoria no llega.

No existe en este momento reposo para el guerrero, enfangado en una batalla que amenaza con dejarle absolutamente extenuado. Sobrevienen constantes los ataques, sin un solo segundo para poder recuperar el resuello.

Con el lodo hasta las rodillas y el cuerpo lleno de cicatrices y magulladuras implora un segundo de descanso. Pero no hay tregua, y sólo queda rezar y sacar fuerzas de flaqueza.

Por un momento piensa en enarbolar la bandera blanca y rendir su fortaleza. Está agotado, y durante un instante la considera como su única posibilidad de continuar viviendo. Inclusive se deja ir, se aisla mentalmente mientras recibe los golpes y decide no seguir luchando.

Pero algo le dice que ésa no es la solución, que el camino fácil no es el adecuado y que no ha peleado tanto y tan brevemente como para rendirse ahora. Entonces, opta por continuar con la espada en la mano, aunque en su mente y en su corazón tan sólo resuena una palabra: TIEMPO. Necesita reconstruir sus defensas, afilar su arma y reparar su escudo.

El guerrero ya no piensa más. Lucha y ruega para que le sea concedido eso que tanto necesita. Ha decidido que el dolor no puede quebrantarle.

Si el tiempo fuera algo que él pudiera comprar ...