jueves, diciembre 23, 2004

Intuir la trascendencia

Me envían postales de filicitación navideña, inclusive correos verdaderamente hermosos, y que dan que pensar. Y al hilo de todo ello, me pregunto si en este mundo acelerado y en cambio constante hay sitio para las tradiciones y las creencias. En muchas ocasiones la velocidad es tal que el propio impulso nos impide disponer de tiempo para dedicarnos a nosotros mismos.

Escribo este comentario mientras escucho el cd "Something of time" de Nightnoise (los que lo hayan escuchado me entenderán) y me doy cuenta de que la velocidad y el cambio son tan necesarios como el reposo y la quietud. Necesitamos una isla para recobrar las fuerzas y recargar pilas en medio de la vorágine de este mundo, y para adquirir conciencia de lo importante.

Hay cosas que ni siquiera la velocidad puede ni tapar ni hacer desaparecer, dada su trascendencia. Quizás sea la cercanía de la Navidad. Porque también ante ella es preciso estar con la mente abierta.

Fuera hace frío. Aquí dentro puedo sentir el calor.

Tan sólo intento no perder la perspectiva de lo importante.