domingo, diciembre 19, 2004

Cromagnon

Vuelvo a la carga. Con afán renovado, con nuevas energías, con fervientes deseos. Mi ventana abierta al mundo se ha agrandado, y eso me da nuevas alas, y nuevas posibilidades. Gracias a Maximilian, a Javier, a Agustín, por los comentarios que me han ayudado a seguir. He estado alejado demasiado tiempo, pero no el suficiente como para haberme quedado rezagado. Poco me va a costar alcanzar de nuevo la velocidad de crucero y, atento al mundo, vislumbrar el futuro, y reflexionar sobre el presente que nos conduce a él.

Hemos de asumir que lo único constante es el cambio, y por lo tanto, que hemos de estar constantemente evolucionando. No es fácil, lo sé, es costoso y duro, en muchas ocasiones, y comprendo a quienes se resisten a entenderlo, porque en algún momento todos hemos obrado de ese modo. Lo importante es ser conscientes de nuestra debilidad y oposición natural al cambio, pues de ese modo ya tenemos parte de la batalla ganada. El siguiente paso es decidir si somos o no personas arriesgadas, y dependiendo de esta decisión el camino se dirigirá hacia uno u otro destino.

Pero tengamos siempre claro que el temor a equivocarnos es peor que el posible error, porque nos atenaza, nos constriñe, nos bloquea y nos impide avanzar. Y una persona parada al borde del camino porque no se decide a subir al carro que pasa pierde cientos de oportunidades a la hora de descubrir lo que le deparará todo aquello que se halla por delante.

¿De verdad que podemos plantearnos renunciar a disfrutar de un viaje como consecuencia de elucubraciones mentales en torno al "qué ocurrirá"?. Los seres humanos hemos sido y somos seres en evolución, y a la historia me remito. Aprendamos de ella, y no renunciemos a nuestras capacidades para ello. Si el primate que descubrió, aunque fuera accidentalmente, el fuego no hubiera arrriesgado acercándose a él, reflexionando sobre sus posibilidades, poniéndolas poco a poco en práctica y quemándose más de una vez, no seríamos hoy lo que somos.

No estaríamos en este mundo sin haber arriesgado. ¿Nos vamos a parar ahora?.

2 comentarios:

  1. De nada... :) Realmente uno no sabe lo duro que es mantener un blog hasta que lo tiene que hacer.

    Avanzar... ahora me estoy acordando de Kavafis y su viaje a Itaca.

    ResponderEliminar
  2. Fortuna iuvat audaces

    y asabes de que hablo, ;)

    (y esta frase no es de anteayer!)

    fdo. Pepito Grillo

    ResponderEliminar