lunes, noviembre 22, 2004

El triunfo de la desesperación

He de reconocer que llevo varios días descuidando este blog, y mi buen amigo Maximilian me lo ha echado en cara. Y ha hecho bien: uno no tiene un blog para que se quede mudo tanto tiempo.

Muchas cosas han sucedido desde mi último comentario. El día a día se hace pesado, los asuntos se sobredimensionan, parecen aumentar de tamaño como un pastel que se cuece en el horno y, al final, encima de la mesa cada carpeta convoca una manifestación "por el derecho a ser trabajada antes que las demás."

Es en estos momentos cuando dejar que la desesperación se apodere del terreno se convierte en la peor jugada posible, aunque la más fácil. Porque uno de los problemas derivados de la velocidades el que tiende a agrandar los problemas.

Pero no hay que dejarse engañar, si lo pienso bien tan sólo existen razones para la esperanza, inclusive ahora, en medio del torbellino. Porque poder detenerme y escribir esto en medio de ese torbellino para mí ya es un gran triunfo.

Vuelvo a controlar la velocidad, aunque sólo sea por un instante. Y es que ahora mismo yo vivo, no "me viven. "


7 comentarios:

  1. a lo mejor...sólo a lo mejor, compro una cajita de pastillas rojas...

    M@ximilian

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  3. Amigo batallador, sobrevivir en el día a día es ya todo un logro, y conseguir controlarlo, aunque no sea más que por unos minutos... ¡es la leche!

    Y simplemente por el mero hecho de haber podido publicar esto hoy, yo le hubiese cambiado el título al post y diría: 'El triunfo contra la desesperación'

    ResponderEliminar
  4. Es cierto, Agustín, debería haber cambiado el título, pero es que inicialmente la desesperación había estado a punto de triunfar. Afortunadamente, no fue así. Tienes razón en otra cosa: poder enviar el post fue un auténtico logro. Muchas gracias.

    A ti, Maximilian, ¿qué quieres que te diga?. Hace ya tiempo que tomaste la pastilla roja, como yo. Simplemente tenemos que abrocharnos bien el cinturón y profundizar aún más en la madriguera de conejos. ¿No es cierto?.

    ResponderEliminar
  5. que va a ser que sí.

    ;)

    M@ximilian

    ResponderEliminar
  6. Ocho días sin postear...pues va a ser que sí que ha triunfado la desesperación.

    fdo. Pepito Grillo

    ;)

    ResponderEliminar